Terapias del Alma

Despertemos nuestra conciencia e iluminemos nuestros corazones, sin olvidar cuán importante es iluminar los corazones de nuestros hermanos y hermanas para que ellos puedan despertar su conciencia también.

Ayudemos a todos los seres a vivir en armonía y sembremos amor y paz allá por donde caminemos.

Con todo mi amor y con todo mi corazón.

Mil bendiciones a todos.



miércoles, 30 de diciembre de 2015

Yo no lleno vacíos, yo amo




Hay quien encuentra su felicidad curando heridas, los vacíos de otros. Nadie puede negar que en ocasiones, puede ser reconfortante ser el bálsamo que cura tempestades pasadas, el antídoto para esas amarguras que otros dejaron en el corazón de quien amamos ahora.

Ser esa pieza clave en el día a día del ser querido es importante. Ahora bien, nadie ha nacido para ser una muleta cotidiana, ni un pañuelo de lágrimas, ni aún menos, esa pócima con la cual, hacer olvidar un amor imposible o un amor que hizo daño.

Cuando te ofrezcas a alguien hazlo en plenitud. Tú no sustituyes a nadie ni eres el agua que llena los vacíos no resueltos de una persona inmadura, no estás ahí para auxiliar sino para amar y ser amado/a.

Esto no quiere decir en absoluto que no nos preocupemos por el pasado de nuestras parejas, por saber cuáles son sus carencias, cuales sus cicatrices internas y sus demonios escondidos.

Debemos saberlo, pero no busques alzarte como el héroe o heroína que pretende salvar y sanar todas sus heridas. No es tu tarea, no es tu responsabilidad esencial.

Nuestra finalidad es acompañar, crecer en pareja, aportar y recibir, amar y ser amado. Es construir un proyecto de forma conjunta donde los esfuerzos sean compartidos.

Quien se pone como único propósito cubrir vacíos, llenar espacios y sanar alientos de tristeza, se acaba fragmentando lentamente… Vacíos del alma que se convierten en abismos de distancia en la pareja.

¿Has tenido alguna vez una pareja con este tipo de características?

Son personas que demandan más que aportan. Al principio suelen cautivar porque a sus ojos, somos como ese aliento que da fuerza a todas sus necesidades, fuerza a sus carencias, y afectos a sus vacíos.

Las personas con vacíos son ladrones de energía y destructores de emociones positivas. Necesitan ser reafirmados, atendidos y valorados. Entienden el amor como necesidad y no como intercambio, no como crecimiento de dos personas que se ofrecen en libertad.

Si has vivido en piel propia comprenderás lo que supone este tipo de relaciones. Ahora bien, a pesar de que hay mucha gente que  llega a caer en más de una ocasión en ellas, lo primero que pensamos es en porqué ocurre.

¿Qué hace que nos sintamos atraídos por personas llenas de tantos vacíos?

–Una persona con vacíos es alguien con una baja autoestima que necesita reafirmarse.

–Este tipo de personalidades atraen porque al principio, nos hacen sentirnos útiles, especiales e importantes: sólo nosotros los hacemos felices, solo nuestro amor los hace felices, les hace olvidar el pasado, sentirse vivos…

–Al principio, se crea una relación con una alta intensidad pasional. Es un amor que necesita, pero no debemos olvidar que “los amores que se necesitan se vuelven también exigentes”.

–Cuando alguien está lleno de vacíos está habitado a su vez por las inseguridades. Por ello, es común que se muestren desconfiados/as, que ansíen continuas muestras de amor, las cuales, acaban convirtiéndose poco a poco en un claro chantaje emocional.

¿A qué nos referimos cuando una persona tiene vacíos?

Los vacíos son heridas del pasado no resueltas. Es indefensión, baja autoestima y una frustración que lejos de resolverse se vuelve en un arma arrojadiza. Se carga sobre la pareja la dura responsabilidad de sanar todas esas carencias.

Tu responsabilidad no es llenar vacíos: tú mereces amar y ser amado/a.

Te lo hemos señalado al inicio y volvemos a reiterarlo: como pareja, como persona que se ha ofrecido por libre voluntad a otra, mereces querer y ser querido/a.

Tu responsabilidad no es sanar, no es ser un cobijo cotidiano, ni alguien que satisface necesidades ajenas sin que tengan en cuenta las tuyas propias.

Tú sabes quién eres y lo que mereces, y si alguien te ofrece su corazón para que ocupes el espacio que otro/a dejó, lo que te ofrece es un amor a medias, un amor con sabor a chantaje que te llenará a ti también de vacíos emocionales.

Todos tenemos claro que es muy difícil controlar de quien nos enamoramos. Simplemente sucede, sin apenas buscarlo, sin pretenderlo, en ocasiones hasta sin desearlo.

Porque hay amores que atrapan y arrastran como vendavales que nos ciegan, y a pesar de que nos hacen sentirnos vivos, también nos hieren.

Debes tener claro estos principios en tu día a día:

Cultiva un amor maduro y consciente, ahí donde ambos miembros son capaces de permitir el crecimiento personal del ser querido, a la vez que propician el de la propia pareja.

Tú no eres un sanador de heridas, un ocupante de vacíos, ni un susurrador que hace escampar los miedos. Lo podrás ser unas semanas, unos meses… pero después, ya no será un amor, será una condena.

Tu apoyas, y mereces ser apoyado, tu cuidas e incentivas, y tú, te permites ser atendido y valorado cada día.

El amor es crecimiento, es plenitud y felicidad inscrita en los pequeños actos. Sin complicidad, respeto y dedicación mutua, el amor no es completo ni auténtico.

  • Cortesía imágenes: Byron Eggenschwiler, Happy Monson

lunes, 21 de diciembre de 2015

Permanecer y Ser



Tenemos memoria genética de que como mamíferos, no podemos sobrevivir si somos excluidos y haremos cualquier cosa para ser aptos, pertenecer y sentirnos integrados en la manada que hoy en día es la familia, la sociedad y el sistema. 

Por esta necesidad biológica y psicología nace “El Tirano Interno”, la auto-exigencia, que en su afán de sacar lo mejor de nosotros para ser aptos, se vuelve inflexible, como lo hizo nuestra familia, pues sabe que es un asunto de vida o muerte cuando somos niños.

Tratamos de ser buenos, nos preocupamos por los otros y nos sentimos responsables de los destinos de los demás tratando de ayudarlos pues al hacer esto calmamos nuestra angustia, el miedo y dolor de la desprotección y el desamparo. Así es como nace la “CONSTELACIÓN MEGALÓMANA” que compensa la sensación de vulnerabilidad con la de sentirnos tan fuertes, tan importantes, tan responsables, omnipotentes.

De esta forma nos vamos desconectando de lo que es censurado, volviéndonos los más severos e intransigentes con nosotros mismos, asustados de ser quienes somos y por lo tanto proyectando esa intransigencia y severidad afuera. ¡Pobre de aquel que se atreva a ser lujurioso, malo, sucio, grosero! Lo satanizaremos con nuestro juicio implacable como lo hicieron con nosotros porque ¿cómo se puede dar alguien el lujo de ser tan cínico y nosotros no podemos?  Por esta necesidad renunciamos a aspectos de nuestro Ser ya que sentimos que al ser quienes somos no nos pueden amar, que defraudamos, que no podemos decir lo que necesitamos porque los lastimamos, les hacemos daño y estamos siendo crueles.

Nos dan y nos aceptan si nos portamos bien, y nos rechazan y nos excluyen si nos comportamos de la forma que ellos consideran que corremos el riesgo de ser excluidos por la manada. Nuestros ancestros y la sociedad hacen esto pues ellos vivieron lo mismo; les inculcaron el mismo miedo a ser excluidos, por esto se moldearon y tratan de moldearnos en su afán de guiarnos para sobrevivir.

Por no soportar ser malos o no aptos, nos rebelamos, nos sometemos o nos retraemos viviendo con culpa. Estas tres son reacciones ante los otros que no son formas de estar que escojamos sino reacciones en función de los otros.

En lugar de ir a las relaciones buscando oportunidades para que fluya la radiante ALEGRÍA que soy, aprendemos a ir a las relaciones con miedo a mostrar quienes somos por lo tremendamente censurados que hemos sido; porque profundamente creemos que si somos quienes somos, lastimaremos, ofenderemos a los otros al mostrarnos tal cual y resulta, entonces que tanto al mostrarnos, como al no mostrarnos, sentimos que no somos suficientes de cualquier forma. Por esto las relaciones se vuelven tan peligrosas  y acabamos por renunciar a pertenecer ya que implica meternos en la jaula otra vez y ser heridos, cerrándonos cada día más y más, desconectándonos de nuestra esencia real y del mundo; nos  excluimos y no queremos relacionarnos para no sentirnos malos, insuficientes y responsables del dolor del otro.

LA SALIDA DE ESTE CIRCULO VICIOSO ES:
• Sentir la rabia de haber sido y ser tan exigido y condicionado.
• Sentir el dolor de no poder ser aceptados como somos.
• Entender que no podemos ser responsables ni de la felicidad, ni del sufrimiento del otro.
• Entablar un diálogo con el niño interno, con la parte biológica para convencerlos de que no pertenecer no es ya de vida o muerte ahora.
• Construir el valor interno para aceptar la soledad.
• Renunciar poco a poco a pertenecer.
• Darse cuenta que en la medida en la que nos exigimos, exigimos a los demás.
Perdonarnos por exigirnos tanto y manifestar un medio ambiente tan exigente.

Elaboren una lista de qué les exigió cada uno de sus familiares, para que tengan claro cuales han sido las exigencias de su medio; dense cuenta que a veces tiene que ver con sus recursos, su esencia. Por ejemplo:
-Mi abuelo me exigió ser exitosa, eficiente.
-Mi abuela: femenina y cuidadora.
-Mi madre: independiente y libre.
-Mi padre: que fuera artista, creativa, fuerte.

Y así, todos viendo mi esencia me exigieron ser lo mejor que soy para poder pertenecer y así sobrevivir.

By Marcela Rubio

jueves, 10 de diciembre de 2015

Tomando acción hacia el cambio

¿Cuántas veces hemos deseado poder poner pausa en escenas de nuestra vida y cambiar lo que está pasando, ya sea que se trate de una dinámica entre tu hijo y tú, entre tus hijos, en el trabajo, con tus amigos o de la energía de tu hogar en general? Más importante aún, ¿Cuántas de esas ocasiones hemos actuado realmente para cambiarlo?

 Al igual que un director en una película, nosotros, y sólo nosotros, tenemos la capacidad de cambiar nuestras vidas. La conciencia de nuestros sentimientos y de las situaciones que no están funcionando es un gran primer paso hacia un cambio positivo. ¿Y entonces qué?

 Una habilidad importante a desarrollar para nosotros, y para ayudar a que la adquieran nuestros niños, es la habilidad de no sólo reconocer lo que necesitamos o queremos cambiar, sino de tomar pasos factibles hacia el cambio.

Es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? A menudo nos quedamos atascados y no sabemos cómo crear la realidad que queremos, o no nos sentimos capaces de hacer mucho al respecto. Es más fácil ir con la corriente, que sacudir el status-quo. En muchos casos, nos conformamos porque tenemos más miedo al cambio, que a permanecer atascados. Lo desconocido y lo extraño puede crear una poderosa ilusión de una pared de ladrillos que nos obliga a confiar y a tener el coraje para atravesarla.

 "Hay dos opciones principales en la vida: aceptar las condiciones tal como existen, o aceptar la responsabilidad de cambiarlas." Denis Waitley

Para ayudarte a tomar la silla del director en tu vida, me gustaría compartir 5 pasos que yo he utilizado para ayudarme a mí y a mi familia. Tal como un director, hagamos la cuenta regresiva...
  1. Observa – ¿Qué es lo que quieres cambiar? Reconoce los sentimientos que la situación o la relación despiertan en ti. Tómate el tiempo para observar.
  2. Aprende – Permanece abierto a ser el estudiante en la situación, no sólo el profesor. Pide ser guiado. ¿Qué es lo que la situación está tratando de enseñarme? ¿Qué hay ahí para que yo aprenda?
  3. No juzgues – Pide eliminar tu juicio para que puedas ver  qué es lo que está pasando realmente. Juzgar a una persona o una situación crea distancia entre nuestra percepción y la realidad.
  4. Aduéñate – Descubre qué puedes cambiar de ti mismo primero: ¿Cuál es mi rol en lo que está pasando? ¿Cómo lo co-creé? ¿Puedo reaccionar de manera diferente? ¿Puedo adoptar otro punto de vista? ¿Puedo dejar ir mis miedos o mi agenda?
  5. Toma acción – Preséntate con tu nueva conciencia. Al igual que un músculo nuevo, tomará tiempo para que desarrolles y fortalezcas este nuevo cambio. Sé paciente contigo mismo. El objetivo no es ser perfecto, si no la mejor versión de nosotros mismos todos los días.
En lugar de correr inmediatamente a apagar el fuego en una situación, nuestra prioridad es cambiar nuestra perspectiva del desafío en general. Cuando hagamos eso, encontraremos nuevas formas de dirigir la película de nuestras vidas, y nuestros hijos serán testigos de nuevas formas positivas y poderosas para hacer frente a sus propios desafíos.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Dejar ir


El dejar ir implica ser consciente de un sentimiento, dejarlo crecer, estar con él, y dejar que siga su curso sin querer que sea diferente o hacer nada en relación a él.

Significa simplemente dejar que el sentimiento esté ahí y centrarse en dejar escapar la energía tras él. El primer paso es permitirte a ti mismo tener la sensación sin resistirla, airearla, temerla, condenarla, o moralizar sobre ella. Significa abandonar el juicio y ver que es sólo una sensación.

La técnica consiste en estar con una sensación y entregar todos los esfuerzos por modificarla de alguna manera.


Dejamos de querer resistir la sensación. Es la resistencia la que mantiene activa la sensación. Cuando renuncias a resistir o tratar de modificar la sensación, cambiará a un nuevo sentimiento que será acompañado de una sensación más ligera. Una sensación que no es resistida desaparecerá a medida que la energía tras ella se disipe.


Al comenzar el proceso, te darás cuenta de que tienes miedo y culpa por tener sentimientos; habrán resistencias a los sentimientos en general. Es más fácil permitir que afloren los sentimientos si dejamos antes la reacción a tener esos sentimientos. El miedo al propio miedo es un buen ejemplo de esto. Deja el miedo o la culpa que tienes por la primera sensación, y luego consigue entrar en el sentimiento en si.


Cuando dejes ir, ignora todo pensamiento. Céntrate en la propia sensación, no en los pensamientos. Los pensamientos son interminables, se auto-refuerzan, y sólo engendran más pensamientos. Los pensamientos no son más que racionalizaciones de la mente para tratar de explicar la presencia de la sensación. La verdadera razón de la sensación es la presión acumulada tras los sentimientos que la está forzando a salir en ese momento. Los pensamientos o acontecimientos externos son sólo una excusa compuesta por la mente.


A medida que nos familiaricemos más con el dejar ir, nos daremos cuenta de que todos los sentimientos negativos están asociados a nuestro miedo básico relacionado con la supervivencia y que todos los sentimientos no son más que programas de supervivencia que la mente cree necesarios. La técnica del dejar ir deshace los programas progresivamente. A través de ese proceso, el motivo subyacente tras los sentimientos se vuelve más y más evidente.


Estar entregado significa no tener emociones fuertes sobre una cosa: “Está bien si pasa, y está bien si no pasa.” Cuando somos libres, dejamos los apegos.


Podemos disfrutar de una cosa, pero no la necesitamos para nuestra felicidad. Hay una progresiva disminución de la dependencia de todo y todos fuera de nosotros mismos. Estos principios son conformes a las enseñanzas básicas de Buda de evitar el apego a los fenómenos mundanos, así como también a la enseñanza básica de Jesucristo: “Estar en el mundo pero no ser de él”.


A veces entregamos un sentimiento y nos damos cuenta de que retorna o continúa. Esto se debe a que todavía hay más de el a entregar. Hemos rellenado con todos esos sentimientos nuestras vidas y puede haber una gran cantidad de energía presionando que necesite salir y ser reconocida. Cuando se produce la entrega, hay una ligereza inmediata, y mayor sensación de felicidad, casi como un “subidón”.


Al dejar ir continuamente, es posible permanecer en ese estado de libertad. Los sentimientos van y vienen, y con el tiempo te das cuenta de que tú no eres tus sentimientos, sino que el verdadero “tú” se limita a presenciarlos. Dejas de identificarte con ellos. El “tú” que es consciente de lo que está pasando siempre sigue siendo el mismo. A medida que te vuelves más y más consciente de la inmutable presencia interior, empiezas a identificarte con ese nivel de la conciencia.


Te conviertes progresivamente ante todo en el testigo y no en el experimentador del fenómeno. Consigues aproximarte más y más al Ser real y empiezas a ver que habías sido engañado por los sentimientos todo el tiempo. Pensaste que eras víctima de tus sentimientos. Ahora ves que no son la verdad sobre ti mismo; sino que son simplemente creados por el ego, ese colector de programas que la mente ha creído erróneamente que son necesarios para la supervivencia.


Los resultados del dejar ir son aparentemente rápidos y sutiles, pero los efectos son muy poderosos. Muchas veces dejamos algo pero creeremos que no es así. Serán nuestros amigos quienes nos hagan conscientes del cambio. Una de las razones para este fenómeno es que, cuando algo es totalmente entregado, desaparece de la conciencia. Ahora, debido a que nunca pensamos en ello, no nos damos cuenta de que se ha ido. Este es un fenómeno común entre las personas que están creciendo en conciencia. No somos conscientes de todo el carbón que hemos paleado; siempre estamos viendo la palada que estamos manejando en estos momentos. No nos damos cuenta de lo mucho que el montón se ha reducido. Muchas veces nuestros amigos y familiares son los primeros en darse cuenta.


Para realizar un seguimiento de los avances, muchas personas mantienen un gráfico de sus ganancias. Esto ayuda a vencer la resistencia que por lo general toma la forma de: “Esto no está funcionando”. Es común que personas que han hecho enormes ganancias digan, “Simplemente no está funcionando”. Tenemos que recordarnos a nosotros mismos a veces como éramos antes de empezar este proceso.


  • Autor: David Hawkins, extracto del libro “Dejar ir. El Camino de la entrega”
  • By Lorehiva

viernes, 27 de noviembre de 2015

Causalidad y casualidad


La Ley de causa y efecto nos dice: “Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”.

Todo sucede de acuerdo con la ley, la suerte no existe, no es más que el nombre que se le da una ley no conocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.

Es por esto que todo lo que nos sucede en nuestra vida, es ha sido y será… la causa de nuestros actos.

La ley de acción y reacción que nos dice, es aquello que sembremos eso mismo habremos de cosechar. En el universo, todo movimiento tiene su propio efecto; todo cuanto sucede, las consecuencias de esos sucesos y todo acontecimiento son causales y no casuales; es por ello que nada se da al azar, ni siquiera la caída de una hoja; todo en el universo se confabula.

Todas las cosas y el hombre se mueven en ciclos progresivos, de manera que puedan gozar de todas las ventajas y de todas las oportunidades de desarrollo que el universo puede ofrecerles.

Esto quiere decir que el anochecer trae como efecto el amanecer y el hombre regresa mediante la reencarnación para adquirir nuevas experiencias, y por medio de la aplicación de las leyes universales, va dominando sus modalidades, sus costumbres negativas y aumentando su nivel vibratorio, logrando progresar o avanzar más hacia la meta de la perfección hasta lograr la unificación en los planos del mundo espiritual.

El hombre, los grupos sociales, las naciones del mundo, están sujetos a la ley universal. Todos nuestros males, nuestras enfermedades, así como los males, las enfermedades y las tristezas del mundo, obedecen a lo que realmente merecemos.


Por lo tanto, dominando el hombre sus actitudes, sus pensamientos y sus obras podrá lograr su verdadero avance evolutivo de hacer de su mundo un verdadero paraíso.

viernes, 23 de octubre de 2015

Ansiedad



Soy la ansiedad, no te asustes… vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto ante mi presencia?

Digo, sé que te sientes horrible cada vez que aparezco, que te desesperas y quisieras mandarme a volar, sé que si pudieras… me matarías, sobre todo porque crees que soy yo la que te quiere matar o hacer daño, pero créeme, si no te he matado, no lo voy a hacer.

No estoy aquí para hacerte daño, mucho menos para volverte loco, creo que ya te lo he demostrado cada vez que llego a tu cuerpo, hago un relajo y te asusto, pero al final del día… no te he matado, no te has vuelto loco.

Si pudiera, lo haría, pero esa no es mi idea.

La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, productivo y de demostrarle a los demás que eres digno de ser amado… que no escuchabas mis pequeñas señales.

¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor decabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por más de 2 horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente te soltaste a llorar?

Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos… pero tampoco me quisiste escuchar.

Aunque acá entre nos, los dos sabemos que sentías mi presencia, es por eso que cuando te quedabas tranquilo… o era momento de estar sólo contigo mismo, en soledad… te empezabas a poner nervioso, como si algo te impidiera quedarte quieto.

Te desesperabas, porque "no entendías" con tu mente racional lo que estaba pasando, y claro, con tu mente racional no me ibas a entender.

Así es que por eso me he rendido y decidí escribirte.

Y te felicito si estás leyendo lo que te digo, porque significa que ya tienes el valor de escucharme, y créeme, nadie mejor que yo sabe de tu gran habilidad para evitarme y salir corriendo, huyendo de mí como huirías del monstruo en el bosque oscuro.

Como esas veces que me evitas y te distraes embobándote horas con la televisión, viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta.

O qué tal, de esas veces que con un par de cubatas lograbas adormecer tus nervios e inquietud; y ni qué decir de esas otrassubstancias que más allá de adormecerte, te fugan de esta realidad que no quieres enfrentar.

Pero bueno, espero que ahora estés listo y lista para enfrentar tu realidad y escucharme por fin. Espero que estés listo y lista para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es, sinmáscaras, sin atajos… sin pretensiones. Así es que aquí te van las cosas como son.

Lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que… ya es tiempo de evolucionar, necesitas hacerlo, no hay de otra.

Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues por alguna razón, en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes pleno. Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te impide contactarla.

Estoy aquí para ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con tu sentido de vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser que es tu esencia. Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque por ti mismo no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… mejor agradéceme que llegué y escúchame.

Y si realmente me escuchas, no tardarás en hacer los cambios que necesitas hacer en tu vida, los harás de inmediato, claro, eso si realmente quieres sentirte bien de nuevo, todo depende de qué tanto quieras. Y sé que sí quieres, pero a la vez sé que quieres seguir en tu confort y en tu comodidad por vivir con "lo conocido", aunque eso conocido te haga daño.

Prefieres seguir buscando la aprobación y aceptación de los demás, haciendo hasta lo imposible por llamar su atención; buscando seguridad en otras personas menos en ti; prefieres que los demás sean responsables de tu persona que tú mismo, y claro, te entiendo, todos quisiéramos regresar a la panza de nuestramamá y despreocuparnos de todo.

Pero… te tengo una noticia, solamente entrando a un temazcal podrás acercarte a esa experiencia. Mientras tanto… necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú me podrás escuchar, y cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya.

Y eso es algo muy importante que te quiero decir, en verdad me iré en cuanto vea que estás haciendo esos cambios en tu vida, cuando vea que estás en camino a tu evolución y que estás dispuesto a crecer y recuperarte a ti mismo. Mientras no lo hagas… aquí seguiré.

En conclusión, si hoy estoy aquí, es porque me necesitas.

Necesitas de mi para modificar tu manera de interpretar tu realidad, la cual dejame decirte que está un poco distorsionada. Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan; necesitas perdonar todo ese enojo que guardas a tus seres queridos y recuperar tu libertad interior.

Y sobre todo, necesitas de mí para hacer lo que te gusta de la vida, para ser tú mismo, y perder el miedo al rechazo o abandono de los demás.

Necesitas de mí para ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te agarres de valor y aprendas a decir “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas… ¡cuides tu cuerpo!

¿De qué otra manera le habrías puesto atencióna tu cuerpo? Digo, probablemente de muchas maneras, pero ésta está funcionando. Necesitas darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.

¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto?No entiendo porqué lo haces… si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas como tu propio esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… y estoy aquí para pedirte que simplemente dejes de hacerlo.

Así es que ya sabes… si realmente quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho que te ha sacado de tu equilibriointerior. Pregúntate realmente cómo quieres vivir y lucha por esa vida, es tu vida, y solamente tú puedes decidir sobre ella… si a los demás no les parece, es porque los estás retando y tarde o temprano te seguirán, y si no… tendrán otra oportunidad, dales chance.

El único control que puedes tomar es el de ti mismo, pero para recuperarlo, tendrás que aceptar que lo has perdido, y que dejes que yo me exprese, que salga a decirte con todos esossíntomas tan horribles que me inventé para decirte algo muy claro, pero si me reprimes y te distraes cada vez que llego… no podré hablarte y vendré más fuerte.

Así es que la próxima vez que me sientas llegar, haz un alto, cierra los ojos… déjate sentir todo lo que te estoy diciendo, apaga tu mente racionalpor un momento, déjate llevar… y entiéndeme.Después, empieza el cambio en tu vida con acciones claras y específicas, y en menos de que te des cuenta, me iré.

Espero no tener que llegar muchas veces más en tu vida, pero si lo hago… recuerda que no quiero lastimarte, quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino de evolución, el camino que si lo tomas, te hará mucho muy feliz.

Y ya para terminar, ojalá que puedas verme como lo que soy: tu esencia.

Soy tú mismo gritándote con desesperación que me escuches por favor. Así es que hola, yo soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, que quiere salir de ahí.

Con cariño, tu verdadera esencia disfrazada de ansiedad.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Tu Pareja es tu Espejo



Si sientes que deseas estar lejos de alguien que amaste es porque te has peleado y te aseguro que a una parte de ti le hubiese gustado no haber tenido que pelearse. Todas las personas tarde o temprano se distancian o se pelean con su pareja y en el 99,99 % de los casos, cuando la desilusión llama a tu puerta es porque te han roto tus expectativas.
¿De quién me enamoro?
Cuando te sientes atraída/o por una persona, tiendes a asumir que lo que estás sintiendo te lo produce la persona. Sin embargo, lo que en realidad ocurre es un mecanismo que se vuelve inconsciente: CREAS UNA ILUSIÓN DE QUIÉN ES LA PERSONA QUE PERCIBES. Esta falsa imagen creada en tu mente la llenas de expectativas que nunca se corresponderán con el ser humano por el que te sientes atraído.
A partir de este momento, cada vez que interactúas con esa persona comparas automáticamente a ese ser humano con el ideal que creaste y cada vez que no se correspondan, tu fantasía se irá resquebrajando y con ella irá disminuyendo el enamoramiento o la atracción original. Sin embargo, esos aspectos que no te gustan de esa persona, también estaban cuando la conociste, pero no fuiste consciente porque habías puesto TU ATENCIÓN SOLO EN LOS ASPECTOS POSITIVOS.
El distanciamiento
Junto a las ilusiones rotas aparece el dolor que, habitualmente, ningún ser humano quiere abrazar. Este dolor aumenta hasta alcanzar la misma intensidad que tuviste cuando te sentiste enamorada. Si antes te sentías atraída, en este estado emocional lo que más deseas es justamente estar lejos o el menor tiempo posible con esa persona. Cuando el distanciamiento llega, inevitablemente, trae de la mano eso que se llama RESENTIMIENTO. Resentirte con tu pareja equivale a negar u olvidar lo que te atraía de ella. Si al principio veías las similitudes que te unían, ahora ves las diferencias que te separan.
Pero tanto en el enamoramiento como en el resentimiento hay una percepción distorsionada de la persona que evalúas. Lo que resientes de tu pareja son las actitudes o comportamientos que tú niegas que haces a otros o, incluso, que se lo haces a tu propia pareja o a ti misma/o.
Yo no soy así” – “Yo nunca le he hecho eso a alguien
Tu pareja es el espejo de tu inconsciente, de esa parte de ti a la que no tienes acceso directamente, esa misma que no conoces y no puedes todavía abrazar. Tu eres un ser creador, es decir una parte de ti construye y otra destruye, una parte de ti genera alegrías y otra tristezas, un aspecto de ti es condescendiente y otro intolerable. La plenitud consiste en abrazar esta dualidad porque las dos coexisten y son necesarias en tu existencia.
Todo lo que ves en tu pareja, tanto si es positivo como negativo son simplemente aspectos no reconocidos en ti. Cuando más te niegas a reconocerlos, más te empujará la vida a convertirte en aquello que condenas. ¿Has visto a gente que con los años se convierten, incluso físicamente, en los padres que condenaron o rechazaron? Una de las leyes primordiales del juego de la vida es que lo que condenas en otros, lo atraes, te conviertes o lo creas. Esto no es un error, es la forma sutil que la vida tiene para mostrarte que en ti está TODO y que no hay algo indigno de tu AMOR.
Esconderte en el traje de “Yo no soy así”, “Nunca le he hecho eso a alguien” o, si eres muy atrevida/o, vestirte de “Jamás haría/haré eso/aquello” es solo una arrogancia que ignora una parte muy valiosa en ti. Cada vez que piensas de alguna de estas maneras estás diciéndote a ti misma/o sin darte cuenta que te falta algo y por lo tanto es muy difícil que puedas sentirte pleno/a.
¿Con quién me he peleado?
Tanto si crees que te falta algo como si niegas tener los rasgos de carácter que rechazas de tu pareja, de quien estás enemistado es de una parte de ti mismo. El resultado es que, tanto si te das cuenta como si no, vives peleado con una parte de ti, y esa parte que no puedes abrazar en tu pareja es la misma parte que no puedes abrazar de ti. Este, si acaso, sería tu problema y tú pelea, no tu pareja.
Reconciliarte es amistarte interiormente con la parte de ti que condenas. Reconciliarte con tu pareja es reconciliarte contigo pero no significa necesariamente continuar con la relación. Y reconciliarte contigo es reconocer en ti los aspectos positivos y negativos que niegas tener. Si los reconoces en ti, los puedes abrazar, si los abrazas los puedes Amar. Solamente si los Amas en ti, los amarás en cualquier persona que sea tu pareja.
Oscar Durán Yates
Autor del libro Triunfa en el Amor.