Terapias del Alma

Despertemos nuestra conciencia e iluminemos nuestros corazones, sin olvidar cuán importante es iluminar los corazones de nuestros hermanos y hermanas para que ellos puedan despertar su conciencia también.

Ayudemos a todos los seres a vivir en armonía y sembremos amor y paz allá por donde caminemos.

Con todo mi amor y con todo mi corazón.

Mil bendiciones a todos.



jueves, 25 de abril de 2013

CON EL TIEMPO APRENDES


Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes…

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no
 era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo…. ante una tumba…, ya no tiene ningún sentido…

Pero desafortunadamente….SOLO CON EL TIEMPO….

Y como aún es tiempo… mando muchísimos saludos a todos.. para los que ya no estamos juntos, por todos los momentos buenos y malos que nos tocó vivir.. y a todos con los que ahora estoy pasando momentos geniales.. gracias por estar …

Y RECUERDA ESTAS PALABRAS:
“EL HOMBRE SE HACE VIEJO MUY PRONTO Y SABIO MUY TARDE” JUSTAMENTE CUANDO YA NO HAY TIEMPO


lunes, 22 de abril de 2013

Psicopatologías de la Nueva Era y de lo alternativo.




Las críticas a lo alternativo.

Llevo varios meses considerando la posibilidad de publicar esta serie de artículos acerca de lo que yo considero psicopatologías de la nueva era o de lo alternativo.

Ahora me he decidido corno con- secuencia de haber participado en varios cursos en el que aparecieron implacables una serie de esas psicopatologías, una de ellas es la que yo llamo barrer para adentro.

Esto significa que lo que el facilitador propone corno bueno y saludable solo él lo ofrece; no solo piensa que es lo mejor, sino que además se atreve a descalificar a otros cursos o técnicas que considera peligrosas o dañinas para la salud o integridad de las personas.

No voy a dar nombres de esos facilitadores ni de esas técnicas porque no es la cuestión de fondo, solo quiero disfrutar en el acto de transmitir eso que he visto con mis propios ojos, y es probable que muchos lectores lo hayan oído con sus propios oídos.

Si es así, entonces estos artículos los vamos a escribir juntos. Siento que gran parte del público alternativo lo va a disfrutar, e incluso espero que sea motivo de risa, festejo y diversión.
Como cualquier otro sector de la sociedad, lo alternativo, no está exento de ser un mercado potencial, es decir, que es considerado corno un nicho de consumismo en donde haya muchas personas dispuestas a comprar. De ahí que cada vez haya más oferta y más propuestas para un público creciente.

Solo basta con ver el público creciente en ferias y congresos. Hasta ahí no hay nada peligroso ni que no sepamos.
Pero a la hora de adentrarnos en muchas actividades espirituales o de crecimiento personal podernos apreciar que suceden muchas cosas un tanto extrañas y con una notable ausencia de sentido común.



1.    Barrer hacia dentro. Atrapar a las personas en una técnica o sistema de pensamiento. Considerar que lo que se ofrece es lo mejor, lo único; no admitir a otras propuestas como validas e incluso descalificarlas.

2.    Querer salvar al mundo. Creer que algo o alguien pueden hacer el milagro de salvar a la humanidad. La sensación de ser dueños de la verdad e incluso de ser un Mesías haciéndose cargo de la responsabilidad de salvar al mundo.

3.    Buscar para no encontrar. Hacer de todo para no cambiar nada. Turismo terapéutico para conocer todo tipo de técnicas y auto convencerse que nada ni nadie le puede ayudar, que nada sirve. Afirmar que se quiere salir del atasco pero nunca dar el paso hacia la salida.

4.    Depender de la autoridad. Ser sumisos a un guía, maestro o gurú. Necesitar que "un padre" de las ordenes, que autorice, que de permiso. No hacerse cargo de uno mismo. Pedir consejo, preguntarlo todo a otros, dejarse convencer.

5.    Endiosar. La necesidad de admirar, idolatrar e idealizar algo o a alguien. Poner en el pedestal a otro, elevarlo tan alto que llegue a ser imposible de alcanzar. Esta tendencia esconde envidias, una búsqueda oculta de destruir a través de la decepción.


6.    Ocuparse de otros. Preocuparse y hacer de todo para que otros cambien, se sanen, se vean, etc. La sensación permanente de imperfección, que todo es mejorable. La ansiosa inquietud de querer que otros resuelvan su vida y sus problemas.

7.    Evadir la responsabilidad. Buscar las raíces del sufrimiento personal fuera de esta vida y del aquí-ahora: en el pasado, en otras vidas, en los ancestros, en los extraterrestres, en posesiones energéticas, en el karma, etc.

8.    Radicalizar. Ser estrictos y rígidos en conductas y hábitos (por mas buenos que Sean). Obsesión por lo sano, puro y natural. Ser inflexibles en costumbres alimentarias. Llevar una teoría al pie de la tetra, sin escucharse, sin cuestionar nada.

9.    Perseguir altas metas. Querer alcanzar objetivos espirituales como la iluminación o el despertar. Desear la trascendencia, llegar a ser un maestro, un referente, un modelo a seguir, Hacer de todo por llegar a lo más alto, pero olvidarse de lo más bajo.

10. Racionalizar la espiritualidad. Teorizar y llenarnos de conocimientos. Espiritualizar todo tipo de razonamientos. Elaborar una vida virtual basada en el entendimiento de la espiritualidad pero no en la vivencia real.

11. La adicción a los resultados. Ofrecer y comprar promesas es un juego que cuesta muy caro. Cuando se piensa que si haces tal o cual cosa obtendrás tal o cual beneficio, se está atrapado en la mentira de la expectativa.

12. La necesidad de pertenencia. Querer pertenecer y defender a un grupo o sistema de pensamiento. Identificarse con ello fijando una posición rígida e inamovible. Centrarse en un determinado grupo de trabajo ideológico.

13. Revolcarse en el trauma. Dar vueltas y vueltas en el pasado, ir una y otra vez a los episodios oscuros y traumáticos para revivir heridas pero sin tener la intención de dejar todo atrás, en el archivo de la consciencia. Querer sentirse víctima, dar Iástima y sufrir.

14. Saltar sin atravesar. Llegar a estar iluminado sin atravesar el dolor y la oscuridad. Evadir la penetración en el trauma, escaparse del enfrentamiento con aquello que nos duele. Es como un bypass espiritual. Realizar el yo superior sin sanar el yo inferior.

La Esencia de la Ayuda Profesional - Desarrollo personal




Hay momentos en la vida en  que uno necesita sentirse respaldado y acompañado en el camino. Cuando creamos las condiciones  adecuadas, todo individuo es capaz de conectar con su propia sabiduría interior y encontrar las claves hacia su bienestar personal. El apoyo terapéutico nos ayudara a: ampliar nuestra mirada, superar las dificultades y descubrir nuestro verdadero "sentido del vivir".

A afortunadamente hoy en día la búsqueda de ayuda psicológica no está solo relacionada con la patología y el malestar. Muchas personas acuden a consulta con la intención de mejorar en algún aspecto de su vida o descubrirse algo más a sí mismos.

Si bien es cierto que las dificultades de la vida nos pueden llevar a acudir a terapia, no es menos cierto que vivimos en un mundo en que la pérdida de valores y de compromisos reales con nosotros mismos y nuestro entorno, están generando un gran vacío interior.

Por ello también otras muchas personas acuden a consulta en busca de este sentido existencial que les falta en su vidas. Personas que aparentemente tienen una vida "modélica"; trabajo, familia, amistades, etc, y que por distintos motivos sienten que les falta algo importante; la misión existencial.

No necesariamente debemos imaginar esa misión como algo profundo, oculto y difícil de descubrir, se trata más bien de ir eliminando esas capas externas que nos confunden e impiden darnos cuenta de nuestra verdadera esencia o sentido del vivir.

Estamos tan entretenidos con nuestro ritmo actual de vida, las rutinas, prisas y demás quehaceres diarios, que somas "presa fácil" para caer en los enredos cotidianos sin darnos cuenta en que invertimos nuestra energía y qué importancia decidimos dar a cada circunstancia de nuestra vida.

La inmediatez y velocidad de nuestro ritmo diario solo nos permite reaccionar a que nos pasa sin paramos a actuar con mayor consciencia con lo que nos pasa.

Sin darnos cuenta el malestar se instala en nuestras vidas y dejamos de disfrutar con lo sencillo. Nos pensamos que para volver a estar bien tenemos que hacer grandes cambios o que tienen que ocurrir importantes acontecimientos.

Nos confundimos, nos frustramos y, nos bloqueamos porque no sabemos salir del "enredo".
Por eso cuando una persona decide acudir a terapia ya se ha producido el primer cambio importante; la necesidad de observarse desde otro prisma diferente que le permita tomar consciencia de aquello que le está ocurriendo.

No siempre es fácil dar el paso, para eso tenemos que superar algunos obstáculos, ideas o prejuicios que nos hemos formado sobre la búsqueda de ayuda: no puedo estar tan loco como para ir a un psicólogo, que pensaran de mí, seguro que esto no es nada, ya se me pasara..., etc, etc, etc.
La primera premisa en el trabajo terapéutico es entender al ser humano sin etiquetar ni juzgar su comportamiento, solo de esta manera podremos tener una amplia mirada del problema y también entonces, de todas sus posibles soluciones.

Cuando somos capaces de entender que lo que nos está sucediendo tiene una lógica en nuestro subconsciente, ya estamos entrando en el terreno de la sanación de aquello que nos sucede.

Observar con y desde el amor lo que nos pasa, es fundamental para superar las dificultades que nos vamos encontrando en el camino. Por supuesto esto no quiere decir quedarme pasivo ante lo que me ocurre sino que mi mirada amorosa a eso que me ocurre, me permite a la vez ampliar y reconocer mis recursos internos que me lleven a resolver el conflicto.

En este sentido la terapia es una herramienta en si misma o dicho de otra manera; un apoyo temporal sobre el que la persona aprende a construir una nueva realidad en su vida, más coherente consigo mismo.
Por eso es importante no confundir las herramientas con el fin es decir; la terapia no es el fin sino una herramienta que me permite crecer y conseguir mayor autonomía en mi vida.

Pongamos otro ejemplo: la meditación es una herramienta muy valiosa pero no un fin en sí mismo. Es decir, el hecho de meditar todos los días no me convierte en mejor persona ni me hace estar más cerca de la felicidad.
Si me obsesiono con la meditación y pienso que no meditar un día es una mala práctica, estaré desviando la atención de lo más importante. Es la experiencia de meditación lo que me permite conectar conmigo pero no lo que me produce la felicidad en mí día a día.

Si no traslado la amplitud de consciencia que consigo meditando a mi vida personal, la practica en sí misma no me garantiza más que un momento personal de desconexión. Por tanto podría simplemente ayudar a fortalecer mí propio ego creyéndome mejor persona solo con la práctica meditativa.
Esto también es aplicable al que hace uso de la herramienta en el caso de la terapia; el psicólogo.
El psicólogo es un facilitador que permite a la persona ver otros matices de su realidad. Acompaña en el proceso con la escucha activa, y otras técnicas y recursos terapéuticos eficaces para la toma de consciencia así como para el cambio de su presente.

En el trabajo terapéutico el psicólogo no posee la verdad ni decide el camino del paciente. Se trata de un trabajo en equipo, de una interacción continua entre terapeuta y paciente. El psicólogo actúa de espejo permitiéndote ver las otras caras de tu realidad, tomando una nueva consciencia para encarar las dificultades desde tu fortaleza e integridad con el objetivo de superar y resolver los obstáculos del camino.

Por eso en la terapia se producen momentos mágicos de mirada, respeto y cambio interno. Solo a través del amor y la confianza podemos transitar lugares inciertos y en ocasiones dolorosos para realizar el aprendizaje necesario y salir reforzados.
Llegar a este nivel de profundidad terapéutica es imprescindible para el cambio pues trabajamos con lo más sagrado y sutil; nuestra alma.

La mayoría de los enredos en los que nos vemos envueltos se producen por la desconexión interna entre lo que quiero de verdad y lo que siento que debo hacer por miedo a la perdida, el cambio, el rechazo, etc.
En realidad todos deseamos y anhelamos cosas, situaciones, personas y además tenemos una consciencia interna de lo que está bien para nosotros independientemente de lo que digan los demás. Respetar nuestra esencia significa entrar en contacto con lo realmente autentico y digno de nosotros mismos; la voz de nuestra alma.

La libertad del ser humano radica en la capacidad de elegir y permitir que los demás elijan su camino. Para poder elegir sanamente debo ser consciente de cuanto estoy de implicado o  “atrapado" en la situación pues cuanto más identificado estoy con lo que me pasa, menos capacidad de elección tengo y más alejado estoy de mi esencia o verdadero destino como ser humano.

Si mis elecciones son destructivas para mí o mi entorno, y además se escapan de mi control, no estaré ejerciendo una libertad sana por lo que la ayuda psicológica será imprescindible.
La labor del psicólogo consiste en reconectarte con tu propia esencia, sana y amorosa, y así recuperar tu fortaleza interior para avanzar hacia donde tú quieres en la vida.

No se trata de ir todos en la misma dirección, pero si en la dirección sana para cada individuo. No hay una sola dirección adecuada sino muchos caminos para llegar a la autorrealización personal.

Estando conectados con nuestras necesidades autenticas no caeremos en el desanimo si no conseguimos nuestros objetivos en los primeros intentos pero si tus anhelos no son auténticos, sucumbirás con facilidad a la tentación de abandono y puedes llegar a convencerte pensando: esto no es para mí.

En el proceso terapéutico iras descubriendo lo que en realidad quieres, lo que da sentido sano y vital a tu vida, más allá de lo que se espera de ti. Encontrar la motivación interna y profunda es lo que te impulsa en la vida para alcanzar tus objetivos personales, profesionales e incluso espirituales esa es la meta de cualquier ser humano. 

sábado, 20 de abril de 2013

EL ARTE DE ESTAR SOLO



"La gente se apega, y cuanto más te apegas a la otra persona, más se asusta la otra persona, más ganas tiene de escapar, porque hay una gran necesidad interior de ser libres. El deseo de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, es mucho más profundo que cualquier otro deseo. De ahí que uno pueda sacrificar incluso el amor, pero no pueda sacrificar la libertad, no forma parte de la naturaleza de las cosas. De ahí que la auténtica dicha sólo pueda ocurrir en tu soledad.

La soledad es un arte, todo el arte de la meditación. Estar completamente centrado en tu propio ser sin ansiar a la otra persona; estar en tal profundo reposo contigo mismo que no necesitas nada más, eso es la soledad. Te proporciona dicha eterna.

Si primero estás arraigado en tu ser y luego te diriges a una relación, el fenómeno es completamente distinto. En este caso puedes compartir, puedes amar y también puedes disfrutar este amor. Incluso cuando es momentáneo, puedes danzar, puedes bailar, y cuando desaparece, desaparece; no miras atrás. Eres capaz de crear otro amor, de modo que no hay necesidad de apegarse. Das gracias a tu amante, das gracias al amor que ya no está ahí porque te enriqueció y te proporcionó algunos atisbos de la vida, te hizo más maduro.

No obstante, esto sólo será posible si estás algo arraigado en tu ser. Si el amor es todo lo que tienes, sin ninguna base meditativa, sufrirás, cada relación amorosa tarde o temprano se convertirá en una pesadilla. Aprende el arte de estar solo, y dichosamente solo; entonces, todo será posible".