Una de las mayores frustraciones que tengo como madre es cuando mis hijos se comportan diferente a como yo lo haría en una situación determinada, o cuando experimentan la vida de una manera diferente que yo. Naturalmente veo todo a través de mis propios lentes, entonces me formo una opinión o concluyo cosas y soluciones basadas en mi punto de vista.
Es muy difícil para mí ser objetiva cuando se trata de mis hijos; mi mundo y su mundo están emocionalmente atados. Sin embargo, es solo cuando soy capaz de dar un paso al costado y realmente percibir el mundo como cada uno de mis hijos lo ve, que logro saber y entender quienes son realmente.
En cualquier relación puede ser desafiante ponerse en los zapatos del otro para poder entenderlos. Es mucho más fácil estar con alguien que piense igual a uno y que tiene metas e intereses similares. Pero por lo general tenemos suerte y tenemos por lo menos un hijo que es tan diferente a nosotros y estos niños nos brindan una oportunidad increíble para trabajar en nosotros mismo y nuestra conexión con ellos.
Está escrito en Génesis 4-1 "Y Adán conoció a su esposa Eva y esta concibió" la primera conexión humana de la historia nos enseña que conocer es conexión "... El conocimiento es una llave para la transformación espiritual. El conocimiento es una puerta que atravesamos para obtener acceso a la luz divina.” (La Biblia Kabbalista)
Cuando se trata de relacionarme con mis hijos, mientras más me conozco a mi misma primero y luego a mis hijos, puedo forjar mejor una relación significativa con ellos. Entender la personalidad de cada niño, su forma de procesar la información, la manera en que lidian con sus emociones, lo que los asusta y lo que los hace sentirse seguros y amados, me ayuda a mi a ser una mejor madre.
Cuando siento que no puedo llegar a mis hijos, o me siento desconectada de ellos, como si no habláramos el mismo idioma, eso es exactamente lo que está sucediendo: estoy desconectado y no hablo su mismo idioma. Como adultos, depende de nosotros hacer el esfuerzo para aprender a comunicarnos con cada uno de nuestros hijos.
Hay herramientas que podemos usar para entendernos a nosotros mismos, nuestro estilo como padres, y las fortalezas y rasgos desafiantes de nuestros hijos; cosas como la Astrología y el Eneagrama son especialmente útiles para mantenemos conectados y comprensivos.
Aquí algunos libros que he encontrado útiles en mi viaje (al parecer, solo disponibles en inglés por el momento).
- Knowing Me Knowing Them: Understand Your Parenting Personality by Discovering the Enneagram. Por Jacqui Pollock, Margaret Loftus and Tracy Tresidder
- Star Parenting. Por Sherrynne Dalby
- The Five Love Languages of Children. Por Gary Chapman, Ph.D and Ross Campbell, M.D.
No se trata de etiquetar a nuestros niños por su signo astrológico, tipo de personalidad y número, sino más bien se trata de tener una idea de su cableado interno, para poder convertirnos en padres más comprensivos, que aceptan y aman a sus hijos.
By Michael Berg
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