La necesidad de control es una señal inequívoca de la falta de dirección en nuestra vida.
En el fondo sabemos que nuestra vida no la estamos llevando como esperábamos y sentimos una gran sensación de caos dentro de nosotros, necesitamos controlar la situación y lo que hacemos es intentar controlar a los demás o las vidas de los demás.
Si son los hijos, los estudios, las salidas, los amigos, los horarios, su futuro, sus parejas....
Si es la pareja, la ropa, la comida, el horario, los compañeros de trabajo, las aficciones...
Hay una regla, la del “mas o menos” cuanto más te das, más te permites, más te aceptas, y cuanto menos libertad te permites para ti, menos dejas a los demás la suya.
Siempre, siempre la necesidad de controlar lo externo se debe a la sensación de caos interno por falta de guía sobre nuestra propia vida o falta de confianza en nosotros.
Trabaja dentro de ti, ordena tu interior y el resto se ordenará solo.
Permite que cada cual solucione su propio caos. Tememos que cometan errores y lo pasen mal. Creemos que nuestra misión es evitarles los palos de la vida. Es un gran error preocuparse por los errores de los demás. Sin embargo debemos enseñarles y a encajar con talante sus propios errores, haciendo uno mismo de ejemplo.
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